Los Boston Celtics han escrito un nuevo capítulo en su rica historia, al consagrarse campeones de la NBA por decimoctava vez tras vencer a los Dallas Mavericks con un contundente 106 a 88 en casa, sellando la serie final 4-1. Con esta victoria, los Celtics se despegan de los Los Angeles Lakers, quedando como la franquicia más ganadora de la liga.
Dominio Total y Exhibición Defensiva
Liderados por Jayson Tatum, máximo anotador con 31 puntos, los Celtics mostraron una vez más su impresionante juego colectivo y solidez defensiva. Esta victoria no solo les otorgó el título, sino que también evidenció su dominio durante toda la temporada. En la fase regular, Boston se consolidó como el número uno de la Conferencia Este con un récord de 64 victorias y 18 derrotas, 14 más que el segundo clasificado. En los Playoffs, continuaron su arrolladora marcha con un registro de 16 triunfos y solo tres derrotas, dejando en el camino a Miami (4-1), Cleveland (4-1), Indiana (4-0) y finalmente a Dallas (4-1).
Jaylen Brown: MVP Sorpresa de las Finales
En una decisión que sorprendió a muchos, el alero Jaylen Brown fue nombrado MVP de las Finales. "Fue un trabajo de equipo, lo comparto con mis hermanos, con Jayson Tatum, que estuvo conmigo todo el camino", expresó un emocionado Brown al recibir el premio de manos del comisionado de la NBA. Su actuación, destacada por su consistencia y liderazgo en momentos clave, fue fundamental para el éxito de los Celtics.
Historia de Grandeza
Este título es solo el segundo para Boston en las últimas 38 temporadas, y llega 16 años después de su último campeonato. Los Celtics cimentaron su dinastía entre 1957 y 1969, ganando 11 de 13 anillos bajo la dirección del legendario Bill Russell. En una era sin topes salariales, Boston dominó la liga de manera aplastante. Esta temporada, los verdes han demostrado que aún pueden imponer su ley en la NBA, recuperando el trono y reafirmando su lugar en la historia del baloncesto.
Con esta victoria, los Celtics no solo celebran un nuevo campeonato, sino que también reafirman su estatus como uno de los equipos más emblemáticos y exitosos del deporte. Los fanáticos de Boston tienen motivos de sobra para festejar, mientras la franquicia mira hacia el futuro con renovadas esperanzas y ambiciones.
